UC - Críticas
| Países: USA y Reino Unido. |
Interpretación: Jeremy Irvine (Albert), David Thewlis (Lyons), Emily Watson (Rose), Toby Kebbell, David Kross (Gunther), Peter Mullan (Ted), Niels Arestrup (abuelo), Eddie Marsan (sargento Fry), Benedict Cumberbatch (mayor Jamie Stewart), Tom Hiddleston (capitán Nicholls), Celine Buckens (Emilie). |
EL CABALLO INVENCIBLE
"War Horse" es la nueva propuesta del Rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg, autor de grandes Obras Maestras y multitud de películas taquilleras (últimamente más dedicado a lo segundo que a lo primero), que ha conseguido que cada nueva obra sea esperada con entusiasmo y expectación inusitadas. Sin embargo, aquí nos muestra su cara más blanda y edulcorada, aúnando los peores defectos de su cine, donde el sentimentalismo se lleva hasta cotas tan altas que se apodera de nuestro cerebro hasta convertirlo en un algodón de azúcar de feria.
“War horse (Caballo de batalla)” nos cuenta la extraordinaria historia de amistad que surge entre el joven Albert y un caballo llamado Joey, separándose sus caminos a causa de la Primera Guerra Mundial. El padre de Albert vende a Joey a la caballería del ejército británico para luchar en el frente. Joey será testigo de un extraordinario periodo de la Historia con la Gran Guerra como trasfondo. A pesar de los obstáculos que encuentra en su camino, su coraje será fuente de inspiración para todos los que se cruzan con el noble animal. Albert no puede olvidar a su caballo y abandona su hogar para luchar en los campos de batalla de Francia. Allí busca incansablemente a su amigo para traerlo sano y salvo a casa.
Nadie puede decir que "War Horse" es una mala película porque está rodada de forma exquisita. Spielberg sabe rodearse de los grandes, John Williams en la composición de la música, Janusz Kaminiski en la fotografía... pero aunque el aspecto visual y sonoro (el tratamiento del sonido también es uno de los puntos fuertes) brillan a gran altura, el guión no deja de ser un cuento infantiloide y tirando a cursi que además se estira hasta el agotamiento durante las casi dos horas y media que dura la sufrida travesía del caballo.
Tampoco es una baza que juegue a su favor el que el guión salte de historia en historia teniendo como excusa y nexo en común al caballo, quedando algunos personajes humanos muy desdibujados que están interpretados por un cásting a menudo imberbe e ínsipido, donde se agradece la aparición de veteranos como Peter Mullan y sobretodo Niels Arestrup. La película juega la baza de la épica y la lágrima, funciona por la veteranía de Spielberg tras las cámaras, pero decepciona a los que recordamos sus primeras obras.
